
Querido desconocido (que no serás cliente nuestro):
Si has llegado a esta página es que estás pensando violar las comunicaciones de alguien cercano a ti (mensajería, correo electrónico, teléfono móvil,...). Peor, estás pensando en que un investigador privado lo haga por ti.
Por lo menos cinco o seis veces al mes, nos envían un e-mail, nos llaman, nos visitan a la oficina o se ponen en contacto en redes sociales, pidiendo algo parecido. Te lo aseguro… no es una petición demasiado original.
Si cobráramos cada vez que nos lo piden, seríamos ricos. Pero estaríamos en la cárcel. Y tú también.
No me malinterpretes, capto cierta lógica en tu despropósito. Si solucionamos el problema detrás de un ordenador, seguro que es más barato que contratar un seguimiento. Pero estoy convencido que has visto suficientes películas como para saber que eso es ilegal.
No hay nada más falaz que un cliente diciendo que no sabía que eso era ilegal. A lo cual tengo que contenerme para no preguntarle si sus padres son primos. Al final intento tomarlo con humor.
Vamos a quitarle intriga al asunto: Los detectives privados no disponemos de patente de corso. Es decir, no podemos saltarnos la ley a la torera.
Hay que reconocer que contratar una investigación privada no es económico. Si llamas a un detective y te ofrece un precio de derribo… huye. Perderás dinero y no descubrirás nada.
Sin embargo, ser cliente de una agencia de detectives privados es altamente rentable: Gracias a nuestro trabajo puedes saber si tu pareja te es infiel, si tu hijo tiene alguna adicción, puedes ganar un juicio, demostrar que tu ex-pareja trabaja en negro, recuperar la custodia de tus hijos, demostrar la baja médica fraudulenta de un trabajador o la vulneración de los derechos de los trabajadores por parte de su empresa.
Somos una eficaz navaja suiza en el negocio jurídico y un ejemplo de esto es que todas las personas que contratan a un detective privado, vuelven a hacerlo en más de una ocasión a lo largo de su vida.
Querido desconocido, personalmente me encantan las películas de espías y también las de delincuentes pero nosotros somos detectives privados en el mundo real. Tenemos experiencia, carrera profesional y estudios universitarios específicos en investigación y criminología. Nos ganamos la vida sin necesidad delinquir. ¿Cuánto pretendias pagar para arriesgar nuestro modo de vida?
Olvídate de planes fantásticos. Podemos ayudarte. Pero dentro de la ley
Sin otro particular, te saludamos atentamente.
A-PRO
P.S.- Esta carta no es una pose. No es una sutil manera de decirte que nos lo propongas con disimulo. En serio. No llames para preguntarnos para violar las comunicaciones de nadie. Porque nuestro sentido del humor acaba aquí.